Sábado, 12 de Febrero de 2011 17:35 Por José Venturelli
Una buena historia es la que nos llega en el material de Taller Cicatriz (ver al final resumen y sitios adicionales, video incluido), que muestra como se van desarrollando ciertas etapas en los juicios contra el pueblo mapuche. La vergüenza de los Juicios Orales de Cañete ha sido muy reveladora. Lo que vemos ahora es parte de esta discusión. Las audiencias en Temuco van mostrando una tendencia interesante pero que debemos mirar de modo crítico.
Las luchas históricas del pueblo Mapuche han sido siempre reprimidas y debemos cuidarnos de caer en el triunfalismo... Esto no quiere decir que lo que escuchamos y vemos ahora no sean logros de las luchas del pueblo Mapuche (y que con frecuencia han llevado a promesas incumplidas). Pero, como siempre: el Estado llega muy tarde y entrega demasiado poco: el mínimo para persistir en ventajismo rutinario. Su carácter clasista y defensor de los sectores que se hicieron de tierras y riquezas que no les pertenecía persiste. Para hacerlo, usaron todo tipo de herramientas, especialmente las leyes y las fuerzas represivas que han violentado al pueblo e impuesto cárcel, tortura, abusos, miseria, inequidad, sufrimientos y muertes que han seguido quedando impunes.
Es tiempo de recapacitar y poner los términos de referencia en la que el mismo pueblo mapuche las ha puesto en sus luchas justas y democráticas. Especialmente en su huelga de hambre que ha sido un ejemplo de compromiso y de valentía. Mostraron que el “derecho a tener derechos” es algo que nunca debe ser dejado de lado. Chile lo está entendiendo. Y no han aceptado la persecución de menores a los que también se les ha torturado. El mundo esto lo sabe: los informes han sido entregados a organismos legales internacionales y a Naciones Unidas.
Por ello se les debe devolver su libertad sin condiciones, especialmente cuando en los juicios se ha comprobado que la "justicia del Estado chileno" fue manipulada. Se debe reparar el daño que se les ha hecho en su vida, en su formación mediante la violencia y amenazas contra sus familias.
El tiempo en las cárceles inhumanas y el trato violento, con tortura, con persecución de las familias no será olvidado. El Estado, si llega a tener algo de ética debe impedir que vuelva a suceder y debe implementar medidas de prevención. Son muchas pero, para ponernos en perspectiva debe incluir, por lo menos, inicialmente:
1. Impedir que a los niveles locales se hagan asaltos contra las comunidades con violencia inusitada. Quien de la orden debe ser responsable y plausible de ser llevado a juicio por daño y violencia indebida. Esto debe ser formulado como ley y reglamentos vinculantes para el gobierno y para las fuerzas policiales y militares que son usadas en la represión.
2. La policía no debe estar al servicio de privados, como es el caso de latifundistas en la zona de Temucuicui ni de cualquier otro empresario (industria de la celulosa, agua, hidroeléctricas, etc) a los que se les antoje reprimir llevando a violencia, incluso a muertes que siguen impunes. (Lleu-Lleu, Munko, Cunco y otros)
3. El estado deberá negociar directamente con los líderes mapuche sobre las demandas hechas por los presos políticos mapuche y sus comunidades:
o Implementar a todos los niveles el Convenio 169 de la OIT que, precisamente, si es respetado, va a prevenir los conflictos de tipo represivo, racista y de exclusión socio-económico que hemos visto en Chile.
o Mejoramiento (con discriminación positiva, es decir, aumentar el valor y la calidad de los programas al pueblo mapuche) en todos los aspectos humanos: salud, educación, vivienda, infancia y adultos mayores, empleo, pensiones de vejez y desempleo, problemas de agua y basura, formación profesional y apoyo para el trabajo eficiente del agro. Y tantos otros.
o Hacer justicia y juzgar a quienes han sido parte de abusos contra el pueblo Mapuche. Los que los ordenaron deben ser incluidos.
4. Establecer sistemas de participación y de leyes en los que ellos participen y que se den en un contexto que permita democratizar sus vidas en sus términos. Esto, debe ser parte de una demanda nacional que debe corresponder a la formulación de una Nueva Constitución: Democrática, participativa y ética, donde el ser humano sea el centro de su quehacer y las ganancias de los sectores empresariales que han aumentado la inequidad en los 20 años post-dictadura no lo sean. Es decir, hacer un país más humano, capaz de corregir sus errores.
5. Esto implica fin al uso de leyes anti-terroristas que son de carácter anti-democrático, injustificables, discriminatoria y que son aplicadas sólo en defensa de los sectores que se creen dueños del país y de su futuro.
6. Fin del uso de una Justicia Militar que no tiene razón de ser (impresión también del Presidente de la Corte Suprema, Milton Juica) y que sólo permite reprimir de modo más brutal y asegurar la impunidad de los crímenes cometidos.
Las condiciones mencionadas, que no son excluyentes de otros aspectos que se deberán ir dando - por ejemplo, control por los mismos pueblos originarios de sus propias estructuras administrativas, policiales y judiciales, como se viene haciendo en otros países - deben estar abiertas al diálogo según las propuestas que se vayan dando en un trato de respeto y justicia para todos.
La apertura del diálogo va a implicar que los conflictos de interés existentes, en los que tierras, bosques, ríos, mar, minas, etc, deberán ser enfrentados con responsabilidad y justicia. Esto implica, entre otras cosas, por ejemplo, incluir los conflictos del mismo presidente en lugares como Tantauco, Chiloé, donde tiene tierras malhabidas y basado en ventajas inaceptables con la transparencia y ética que se pretende. Sólo con el ejemplo puede un gobierno y sus gobernantes mostrar una cara democrática. Los que han sido los “condenados de la tierra” ya no pueden ni seguirán siéndolo para siempre.
Chile se abre a un nuevo camino si se cumplen las promesas de los gobiernos y los convenios internacionales que son ley de esta tierra y que deberán cumplirse. Todos los sectores, personas, parlamentarios, y cada uno de nosotros debe identificar que cada persona tiene un papel en la búsqueda de la justicia social y la equidad. El pueblo mapuche avanza en su unidad y en su capacidad negociadora. Todos debemos ayudar a que esta oportunidad histórica no nos pase por el lado porque seguimos preocupados con agendas mercenarias heredadas de la dictadura.
José Venturelli, Pediatra
Vocero del Secretariado Europeo de la Comisión Ética Contra la Tortura CECT-SE
La apertura del diálogo va a implicar que los conflictos de interés existentes, en los que tierras, bosques, ríos, mar, minas, etc, deberán ser enfrentados con responsabilidad y justicia. Esto implica, entre otras cosas, por ejemplo, incluir los conflictos del mismo presidente en lugares como Tantauco, Chiloé, donde tiene tierras malhabidas y basado en ventajas inaceptables con la transparencia y ética que se pretende. Sólo con el ejemplo puede un gobierno y sus gobernantes mostrar una cara democrática. Los que han sido los “condenados de la tierra” ya no pueden ni seguirán siéndolo para siempre.
Chile se abre a un nuevo camino si se cumplen las promesas de los gobiernos y los convenios internacionales que son ley de esta tierra y que deberán cumplirse. Todos los sectores, personas, parlamentarios, y cada uno de nosotros debe identificar que cada persona tiene un papel en la búsqueda de la justicia social y la equidad. El pueblo mapuche avanza en su unidad y en su capacidad negociadora. Todos debemos ayudar a que esta oportunidad histórica no nos pase por el lado porque seguimos preocupados con agendas mercenarias heredadas de la dictadura.
José Venturelli, Pediatra
Vocero del Secretariado Europeo de la Comisión Ética Contra la Tortura CECT-SE
Información recibida de Waxun al día y del Taller Cicatriz www.discoscicatriz.blogspot.com LINK PARA EL VIDEO: http://www.vimeo.com/19855219
Wall- mapuche, hoy viernes 11 de febrero de 2011, a las 9 de la mañana comenzó en la corte de Apelaciones de la Ciudad de Temuco, los alegatos de cambio de medida cautelar de prisión preventiva que pesaba desde hace mas 1 año y medio en contra de los hermanos Felipe Huenchullan, Camilo Tori, Víctor Queipul Millanao, Jose Queipul Huaiquil, Luis Marileo y Cristian Cayupan miembros de las comunidades mapuche de Temucuicui autónoma y cacique José Guiñon, preso en las cárceles Angol, Cholchol y Temuco. Tomando en consideración las contundentes pruebas que demuestran la verdadera inocencia de los hermanos, la Corte de Apelación de Temuco revoco la medida cautelar de prisión preventiva por la libertad.
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