Sunday, December 30, 2012

Expulsión de Observadoras de Derechos Humanos italianas en Chile

Acusaciones y juicios son falseadas., Gobierno amplía espectro de su guerra sucia, Persecución de Observadores de Derechos Humanos El pueblo Mapuche vive en condiciones de pobreza que duplican la de la Región Metropolitana. La desigualdad selectiva del pueblo Mapuche es una verdad conocida a gritos... El montaje judicial también. Es lo que configura el racismo "a la chilena" La Fundación Sol, es reconocida por la buena calidad de sus estudios: va muy adelante de los gobiernos enceguecidos. Especialmente en lo que se refiere a los problemas relacionados con calidad de vida, ingresos y derechos fundamentales, los que, si existiesen, los salarios éticos podrían resolver. No debemos perder de vista que la primera forma de violencia en una sociedad está dada por las desigualdades, las inequidades y exclusiones que, en Chile, son pan caliente. Y se la trata de esconder detrás de las fortunas que inflan mentirosamente un “súper desarrollo chileno” Desarrollo que no es tal y que todos los chilenos conocen: Mientras el Presidente Piñera y varios de sus socios están entre los 200 más grandes fortunas del mundo (mal habidas, como todas las fortunas que mantienen a sus trabajadores en la miseria), los chilenos, en un 70%, tienen un ingreso mensual inferior a dos salarios mínimos, que son miserables. Fuera de su sueldo, el Presidente ha recibido anualmente, por encima de los 200 millones de dólares. La fortuna Luksic, dueño de medio Chile, duplicó en los tres últimos años…) ¿De qué equidad y desarrollo hablan? Debemos insistir e impedir se desconozca que la violencia del mal llamado "conflicto Mapuche" es el resultado directo del diseño social chileno: el despojo del pueblo Mapuche la origina. A este pueblo se le reprime y abusa, por luchar y exigir sus derechos, sus tierras, cultura y paz para su pueblo. Y se les atropella al negarles oportunidades en sus territorios históricos al ser despojados por las forestales, las mineras, los proyectos destructivos hidroeléctricos, plantas de celulosa y tierras históricas usurpadas. El gobierno habla “de haber restituido 31 mil hectáreas… pero el despojo desde la dictadura y post dictadura es sobre 7 millones de hectáreas! Y dicha “restitución es una gota en el mar y se ha distribuido a quienes el gobierno quiere apoyar y luego usa como pantalla y volador de colores. La violencia y la ausencia de justicia en Chile para los pueblos originarios las crea el Estado y sus fuerzas policiales, que crecen y son cada vez más agresivas. Esta es la fuente del “conflicto”. Cuando “El Mercurio” habla de programas sociales para el pueblo Mapuche, solo tratan de esconder la realidad: usando algunas frases inteligentes como “debemos incorporar al pueblo Mapuche en las decisiones” (¡lo que no han hecho ya que no respetan el Convenio 169 de la OIT que es la ley!) Proponen un goteo selectivo, para unos pocos (Ver Publirreportaje en El Mercurio del 29/12/2012) Allí “se lamentan de que haya violencia” pero niegan identificar su origen y el por qué éste persiste y quienes son los violentistas. Nada dicen del sistema judicial que es una farsa los “programas sin destino ni eficiencia” de esta guerra sucia. Y hoy, para confirmarlo, el fiscal de Temuco dice que encontraron una pistola (fue plantada allí) en la casa de un comunero (como las bombas del fiasco “caso bombas” en Santiago, o en el caso de Waikilaf Cadin Calfunao) El “hallazgo justifica el último montaje contra Ñirripil Cayupán, al que detienen como parte de la estrategia anti-Mapuche del Ministro Chadwick. ¿O del caso de los jóvenes Daniel Levinao y Paulino Levipán que acusaron de Homicidio frustrado, casos que fueron rechazados por incoherentes por la Corte Suprema, la que raramente dictamina a favor los mapuche? (Fui al segundo juicio del primero de ellos, en Angol, y lo menciono más adelante) ¿O es que no saben que el ingreso familiar Mapuche en Araucanía es de un 50% del equivalente del salario mínimo regional y que ese salario mínimo es una vergüenza adicional? ¡Vergüenzas que ya empiezan a reconocerse hasta en el Parlamento Europeo y donde se lo enrostraron al (no tan) sonriente y “democrático” presidente de los magnates chilenos! ¿O quieren que se les crea que las escuelas, servicios de salud, viviendas, programas reales de apoyo, condiciones de las tierras mismas en que quedan por la industria forestal y las condiciones de vida de su pueblo no son deplorables? Sobre esta abusiva situación, se les aplica una represión que pretende aterrarlos... sin conseguirlo, por ser todas esas demandas justas y apoyadas por leyes y por las Naciones Unidas. La persecución ahora contra los extranjeros, como las italianas Luisa Costalbano y Valentina Fabbri, que han venido incluso con apoyo del Relator de Naciones Unidas, James Anaya y muchos otros grupos de Derechos Humanos, es otra vergüenza adicional. Yo las vi en la cárcel de Angol conversar con Héctor Llaitul y se informaban, precisamente, de esta deplorable situación en la que se tiene a nuestros hermanos. (¡Como también vi el juicio-farsa en Angol, donde testigos protegidos (todos pretendieron ser las víctimas, luego se presentan como testigos pero lo único que sí han sido es ser los represores…! Pero todos, todos, eran carabineros! La expulsión es un crimen a un derecho de cualquier ciudadano del mundo. Más aún si una de ellas, Valentina, es hija de refugiados chilenos y tiene derecho absoluto a saber lo que pasó con la que era su tierra y su mundo. El Estado y gobierno de Chile temen demasiado a que se sepa la realidad de la vida del pueblo Mapuche y de la falsa democracia que pretenden mostrar. Nuevamente, es “a la Pinochet” que se persigue a los defensores de los derechos humanos. El Gobierno y Estado no hacen sino reinventarse en sus mentiras. ¿Hasta cuándo? Pubblicato da Dr. Jose Venturelli a 05:08 http://cectse.blogspot.ca/2012/12/expulsion-de-onservadoras-de-derechos.html

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